Un seguidor que publica con el nombre de Anónimo ha dejado el siguiente comentario y vamos a tratar de responderle:
Soy un jugador posicional y juego "bien" contra los de 1era fuerza en mi localidad. Seguido entreno y estudio unas que otras "clacesitas" que me doy yo mismo con una base de datos que me he hecho.Si como dices eres un jugador posicional, tienes cierta comprensión del juego estratégico pero no sabes desenvolverte bien en posiciones tácticas.
Como le digo juego bien en 1era fuerza, pero he notado que cuando juego contra jugadores de club (que no estudian ni entrenan, sino jugando) que mis resultados no son los que yo espero.
Por lo regular estos jugadores me sacan "del libro", pero esto no es lo difícil. Lo difícil (y extraño) es que por lo regular estos jugadores (como no estudian ni entrenan y no tienen muchos conocimientos sobre el juego posicional y aperturas "ortodoxas") me hacen jugadas completamente inesperadas y casi siempre tienen un estilo puramente agresivo, al ataque, a matar.
Aun cuando su ataque no lo llevan a cabo de la mejor manera posible por imprecisiones, siguen atacando; aunque yo contraataque al otro flanco, siguen atacando; aunque mi defensa sea muy buena, siguen atacando; aunque haga casi lo que sea, siguen atacando. Y la verdad me crean muchas dificultades a la hora de jugar, pues como son partidas amistosas (sin reloj) no me puedo colgar mucho tiempo pensando porque pues... entre camaradas hay cierta confianza e "insultos" o bromas que al final no ofenden.
Y mi pregunta es:
Si existiera algun "manual del entrenador de ajedrez" que diga qué se debe hacer en estos casos contra este tipo de oponentes, es decir, como ellos siempre están atacando, debería:
a) contraatacar y complicar la partida;
b) usar una defensa activa y esperar a que su ataque fracase;
c) cambiar las piezas de forma que yo llegue con una posición ventajosa al final e imponerme gracias a mi supuesto entrenamiento y estudio de finales;
d) algún otro plan global.
Se me pasaba, al jugar posiciones muy abiertas me he dado cuenta de que estos jugadores son buenos aun cuando su aprendizaje haya sido muy lírico.
No sé si usted sea un gran jugador, pero si creo que es un buen conocedor que ha leído mucho y hasta ha platicado con profesionales.
Le agradeceria mucho si me responde y da algún consejo, muchas gracias.
Mi consejo es que ejercites tu cálculo de variantes resolviendo puzzles tácticos, y estudies táctica para tratar de reconocer modelos y pautas.
Seguramente te pasa como a mi, que eres un buen estratega, capaz de explotar pequeñas ventajas y ganar finales, pero sin embargo cometes errores en posiciones tácticas y cometes errores casi infantiles cuando tienes ventaja.
Por eso, no tengas miedo a jugar posiciones abiertas y a combinar si eso te va a reportar beneficios. Una máxima dice que en el juego entre aficionados un 90% es táctica y sólo un 10% estrategia.
Si tus conocimientos de aperturas son limitados, como los de casi todo el mundo no creas, y "te sacan del libro", debes pensar por ti mismo y tratar de ver que objetivos tiene la jugada del contrario, si concreta alguna amezana inmediata y tratar de defenderla, o bien si no ves ningun objetivo claro debes seguir realizando jugadas en el espiritu de la posición, mejorando la movilidad de tus piezas, desarrollandote o eliminando pequeñas amenazas del rival.
Espero haberte ayudado, aunque con un poco de demora, y en cualquier caso tienes los comentarios por si alguna cosa no ha quedado suficientemente clara.
8 comentarios:
Permítame hacer una aportación al respecto. Para este caso particular, recomiendo muy sinceramente el estudio y análisis de las partidas de Tigran Petrosian, particularmente aquellas donde tuvo que lidiar contra fuertes ataques. Espero que este consejo le sea de utilidad.
Hola estimados amigos:
Personalmente he vivido una experiencia muy parecida en mi marcha como ajedrecista "fuerte aficionado". Tengo un elo de 1726 puntos, aunque hace bastante tiempo que no juego torneos porque estoy dedicado a otros quehaceres y dentro de ellos al entrenamiento deportivo. Desafortunadamente cuando joven empecé al revés de como se debe empezar a estudiar ajedrez. Yo "creía" que era un jugador posicional y empecé a estudiar con el libro de Pachman "Estrategia Moderna en Ajedrez" y también estudié muchas variantes de apertura que se adecuaran a mi supuesto "estilo de juego", tales como las aperturas de peón dama y la defensa Caro-Kann (preferida de Botvinnik un jugador que era posicional como supuestamente lo era yo) y el resultado fue que mi juego se estancó durante mucho tiempo y fue para mi muy perjudicial haber empezado a estudiar teoría ajedrecística de esa forma, porque cuando me sacaban del libro me ganaban con mucha facilidad jugadores "prácticos", supuestamente mucho más débiles que yo y que no tenían ni idea de las teorías que yo "manejaba". Leyendo bastante literatura y con la aparición de Internet comprendí que el ajedrez se debe estudiar de atrás para adelante, es decir: finales primero, medio juego (táctica) y aperturas solamente cuando ya se tenga un buen nivel. ¿Qué hice?, deseche totalmente mi "repertorio de aperturas" e invariablemente jugaba peón de rey, me exponía a juegos con centro abierto y alto contenido táctico puesto que estudiaba táctica todos los días y cuando encontraba posiciones favorables para el final simplificaba la partida y así comencé a ganarle a mis rivales prácticos. Es un método sencillo pero difícil de implementar cuando uno cree poseer lo que no tiene y ha dejado de lado lo verdaderamente esencial.
Quiero contarles una vivencia personal y hacer un aporte para el seguidor del blog, puesto que yo viví una experiencia muy parecida cuando era jugador juvenil.
Comencé a leer literatura ajedrecística más o menos a los doce o trece años y en mi época juvenil fui un jugador con fuerza media a nivel departamental (o de provincia como se dice en algunos países de América Latina). Desafortunadamente, debido a que no tuve un guía o entrenador calificado, empecé a estudiar ajedrez al revés y paso a aclarar la afirmación: yo creía que era un jugador posicional y mi primer libro fue Estrategia Moderna en Ajedrez de Ludek Pachman. En aperturas y en vista de que era un jugador de “posición” mi repertorio estaba compuesto por aperturas de peón dama con las blancas y con las negras contra peón dama jugaba la defensa india de rey y la Nimzoindia, en tanto que contra peón rey jugaba la Defensa Caro-Kann, esta última arma predilecta de Mikhail Botvinnik y Karpov que eran jugadores posicionales como supuestamente yo lo era. Sin embargo había un detallito, cuando jugaba con rivales “prácticos” o jugadores de club como nosotros los denominamos aquí en Colombia (aquellos que tiene muy poca teoría pero que tienen un fuerte juego combinativo que algunas veces es ingenioso y la mayoría de las veces lleno de recursos inesperados), perdía mis partidas de forma bastante triste, a pesar de que estratégicamente mis contrincantes cometían gruesos errores: descuidaban el centro, hacían caso omiso de las debilidades en la estructura de peones, cedían su pareja de alfiles con bastante facilidad, perdían tiempo importante en la apertura para realizar jugadas profilácticas fútiles para impedir la clavada de los caballos, tales como h3 y a3, etcétera.
En aperturas y en vista de que era un jugador de “posición” mi repertorio estaba compuesto por aperturas de peón dama con las blancas y con las negras contra peón dama jugaba la defensa india de rey y la Nimzoindia, en tanto que contra peón rey jugaba la Defensa Caro-Kann, esta última arma predilecta de Mikhail Botvinnik y Karpov que eran jugadores posicionales como supuestamente yo lo era. Sin embargo había un detallito, cuando jugaba con rivales “prácticos” o jugadores de club como nosotros los denominamos aquí en Colombia (aquellos que tiene muy poca teoría pero que tienen un fuerte juego combinativo que algunas veces es ingenioso y la mayoría de las veces lleno de recursos inesperados), perdía mis partidas de forma bastante triste, a pesar de que estratégicamente mis contrincantes cometían gruesos errores: descuidaban el centro, hacían caso omiso de las debilidades en la estructura de peones, cedían su pareja de alfiles con bastante facilidad, perdían tiempo importante en la apertura para realizar jugadas profilácticas fútiles para impedir la clavada de los caballos, tales como h3 y a3, etcétera.
Sin embargo, todas las ventajas posicionales que yo obtenía no se convertían en ventajas reales porque las jugadas inesperadas de mis amigos prácticos no lo permitían y me ponían problemas diferentes y más profundos de los que yo les ponía sobre el tablero a ellos a pesar de mi “juego correcto”.
Mucho después, gracias a la aparición de Internet sobre todo, comprendí en que estaba fallando: mi juego era árido e inclusive hasta soso porque no sabía concretar las ventajas posicionales temporales en ventajas permanentes y esto sucedía porque tenía una gran deficiencia en la parte táctica de la partida, calculaba de forma bastante general en posiciones en las cuales debería de calcular variantes concretas con un cierto grado de profundidad. Además no tenía conocimientos esenciales de finales de peones y de torres que era necesario tener.
La solución fue hacerme un buen lavado cerebral y empezar desde 0. Primero se debe comprender que la estrategia responde a la pregunta ¿Qué se debe hacer en una posición concreta? Y la táctica responde a la pregunta ¿Cómo debo hacerlo?, por ello es importante empezar por la táctica porque usted puede saber perfectamente qué hacer en determinada posición pero si no sabe cómo, es lo mismo que si a usted le dan un arma para defenderse pero no le enseñan a dispararla. Así fue que comencé estudiando finales y táctica (esta última todos los días), cambié mi “repertorio” de aperturas no estudiando aperturas sino jugando invariablemente peón de rey con las blancas y exponiéndome a posiciones tácticas con centros abiertos. Ahora estoy diseñando un plan de entrenamiento que incluye la resolución diaria de problemas tácticos con dificultad creciente y la visita diaria al Chess Tactics Server para resolver problemas tácticos en pocos segundos. Mis queridos amigos “prácticos” ahora quedaron sin sus principales armas y en vista de que no saben jugar muy bien finales porque generalmente desconocen la teoría, mi método de juego es muy sencillo con ellos: enredamos la partida hasta obtener alguna ventaja concreta (un peón, una línea abierta) y luego simplificamos para en el final imponer la ventaja.
No creas que eres un jugador posicional por el simple hecho de que juegas cerrado y te derrotan después de 30 o 40 jugadas porque ese es el engaño que tienen las posiciones cerradas, te hacen creer que eres un muy buen jugador porque los que tienen más nivel se demoran en derrotarte, pero en realidad es muy poco lo que se llega a comprender en dichas posiciones sino tienes la fuerza y el entrenamiento para concretar tus ventajas “posicionales”.
Amigo: Soy maestro fide y, sin ofender, has estudiado tantas aperturas, has visto tantas partidas que no tienes personalidad en tu juego, juegas las aperturas de otros, el estilo de otros.
Recomiendo urgentemente (antes de que sigas perdiendo partidas) que analices solo, repito, UNICAMENTE, tus propias partidas. Evita jugar con los módulos de ajedrez y concéntrate en analizar. Usa un cuaderno para analizar y el análisis hazlo más con palabras, alguna que otra variante, pero principalmente palabras.
Las jugadas inesperadas de tus rivales es porque tu cerebro se ha vuelto como un disco, has encerrado tu imaginación y no puedes prever más de ello.
Aléjate de las partidas de los GM, MI, etc. y analiza solo tus propias partidas. O sea, cuando juegas con tus amigos, anota, anota y anota. Y luego en tu casa, analiza, analiza y analiza. Júntate con tus amigos nuevamente, no para jugar, sino para mostrar tus análisis, todos subirán de nivel inmediatamente.
Saludos
chessking08@gmail.com
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