Ajedrez a la Ciega - Blindfold Chess

Ayer, y por segundo año consecutivo, tuve el privilegio de asistir a la sesión de tarde del XII Memorial Pablo Morán de Ajedrez a la Ciega, organizado por el CTD Naranco de Oviedo.

Este año, jugaron el Torneo A, 8 jugadores que se repartieron en dos grupos de 4 jugadores, que hicieron 3 partidas entre ellos. Y luego el típico cruce tipo tenis, donde en semifinales y final se decidió el ganador del mismo.


Para la estadística queda el ganador y el subcampeón del torneo Ivan González y Marcos Llaneza Vega, que llegaron a la final invictos y se jugaron el torneo en una partida donde las blancas tenían y la obligación de ganar el torneo. Las tablas, y por supuesto la derrota negra daban el torneo a Ivan.

Tuve la ocasión de ver, por segunda vez en mi vida un torneo a la ciega jugado por ajedrecistas de 2100 puntos ELO, y con dos jugadores con ELO por encima de 2400 y titulos FIDE.

La retransmisión en directo fue fantástica, con 4 tableros murales, uno por partida y un grupo de entusiastas anotando en las planillas oficiales y colocando la posición actualizada.

Desde aquí mi felicitación a los organizadores, y a los jugadores y espero que en el año 2011 sumen una edición más del Memorial a la Ciega Pablo Morán.

La parte que nos importa, sirve para algo el ajedrez a la ciega. Además de ser una excelente modalidad para vender por la televisión, sirve para mucho en la mejora de las cualidades del jugador en formación y que sigue mejorando su juego.

La gente del ajedrez, son como siempre entusiastas de su pasatiempo favorito, y recuerdo nada más entrar en la sala gestos complices por parte de organizadores e incluso jugadores, que desviaban su atención al último que había llegado con la ronda iniciada.

Recuerdo a Ivan González, después de ganar su partida de semifinales venir a saludarme, a mi que soy un "unrated" y después de charlar con el 3 minutos, que la gente que no me conocía preguntaran por mi y me vinieran a saludar.

La parte que nos interesa, como el ajedrez a la ciega puede mejorar nuestras capacidades ajedrecísticas, que para eso este es un blog dedicado al entrenamiento.

Hay un aspecto del juego que es necesario controlar sin ver el tablero, y ese aspecto se llama visualización.

Es necesario saber, mientras analizas donde tienes tus piezas y donde las tiene el contrario, porque a veces sólo vemos el tablero de forma parcial y cometemos errores de principiante.

Eso se trabaja, como todas las capacidades de nuestra vida, y se trabaja poco a poco con ejercicios sencillos que se van complicando.

Cuando analizamos una partida, sin mover piezas, estamos visualizando un tablero a dos, tres o cuatro movimientos vista, y un error de visualización nos puede llevar a un error de cálculo y a perder la partida.

Existe poca literatura sobre el juego a la ciega, y hay un excelente libro en castellano que edito Fundamentos de Benito López Esnaola, titulado Ajedrez a la Ciega, aunque supongo que será difícil de encontrar. ISBN: 84-245-0562-X por si a alguien le interesa.


Un poco de Historia

Hay profesionales que son capaces de jugar simultáneas a la ciega, y grandes jugadores han hecho simultaneas a la ciega.

El primer evento conocido a la ciega en Europa tuvo lugar en Florencia en 1266. El jugador francés André Danican Philidor demostró su habilidad para jugar 3 partidas a la ciega simultaneamente en 1783 y los periódicos de la época se hicieron eco de la proeza. Philidor comentaba que cuando se desvelaba por la noche era capaz de visualizar el tablero en el techo de su habitación.

Paul Morphy en 1858 dio otra exhibición a la ciega contra 8 fuertes jugadores en Paris, con el resultado de 6 victorias y 2 tablas. También han jugado ajedrez a la ciega Louis Paulsen, Joseph Henry Blackburne (que llevó el record hasta 16 partidas a la ciega simultáneas) y el primer campeón del mundo Wilhelm Steinitz, que en Dundee, en 1867, jugó 6 partidas simultáneas a la ciega (3 victorias y 3 tablas).

En el siglo XX, se hicieron más exhibiciones de simultáneas a la ciegas. En 1900 Harry Nelson Pillsbury jugó 20 partidas simultáneamente en Philadelphia; no mucho después de haber intentado jugar 15 partidas de ajedrez y 15 de damas simultáneamente (el récord de damas a la ciega está en 28 partidas simultáneas). Richard Réti y Alexander Alekhine fueron los siguientes en atacar el record.

En 1924 en el Hotel Alamac de New York, Alekhine jugó 26 partidas de ajedrez a la ciega contra fuertes oponentes (Isaac Kashdan y Hermann Steiner entre ellos), con un resultado de +16 -5 =5. Probablemente este haya sido la exhibición más fuerte a la ciega de la historia. Al año siguiente en Paris, jugo frente a 28 equipos de 4 jugadores cada uno con el impresionante resultado de 22 victorias, 3 tablas y 3 derrotas. Ese mismo año, Réti mejoró ese récord jugando 29 partidas simultáneamente en Sao Paulo, y comentó que su mala memoria siempre le había traído problemas en esa modalidad.
El 16 de Julio de 1934 en Chicago, Alekhine volvió a batir la marca jugando 32 partidas simultáneas (+19 -5 =5). Siendo Edward Lasker el arbitro del evento.

George Koltanowski el 20 de Septiembre de 1937, en Edimburgo, jugó 34 partidas simultáneas ganando 24 games y perdiendo 10, en un periodo ininterrumpido de 13 horas. Este récord está registrado en el Guinness Book of Records y se acepta como el récord mundial a esta fecha. Posteriormente, tanto Miguel Najdorf como János Flesch han reclamado haber batido ese récord, pero sus intentos no han sido adecuadamente arbitrados como lo fue el de Koltanowski. Najdorf, en Rosario, Argentina jugo contra 40 oponentes (+36 =1 -3) y ese logro se hizo para comunicar a su familia que seguía vivo, después de la segunda guerra mundial. Najdorf, de ascendencia Polaca se quedo a vivir en Argentina cuando viajo en 1939 desde Polonia para competir en la Olimpiada de Ajedrez de 1939. Después, aumentó su récord a 45 rivales en São Paulo en 1947, +39, =4 -2. Sin embargo, parece que el récord de Najdorf no fue con 45 tableros simultáneamente, sino con un número fijo de tableros y oponentes que iban tomando esos tableros cuando las partidas finalizaban. Koltanowski reclamo en su momento que bajo esas condiciones el hubiera sido capaz de jugar 100 partidas.

El último ataque al récord, lo ha reclamado el hungaro Janos Flesch en Budapest en 1960, jugando 52 partidas, +31 =3 -18. Sin embargo, ese récord no fue homologado, por el hecho de que Flesch pudiera pedir que le cantaran las jugadas previas en algunos tableros.

Otro récord a la ciega notable es el que consiguió en 1960, Koltanowski en San Francisco donde jugó 56 partidas a la ciega, a una velocidad de 10 segundos por jugada. Estuvo jugando durante 9 horas con un resultado de 50 victorias y 6 derrotas. Y otra de sus especialidades fue llevar a la ciega el Viaje del Caballo en un tablero de 192 casillas (el caballo tiene que pisar todas y cada una de las casilla del tablero sin repetir ninguna)


Un nuevo récord Europeo se ha conseguido recientemente (Noviembre de 2010 por Marc Lang en Sontheim, Alemania, jugando frente a 35 oponentes y ganando 19 partidas, 13 tablas y 3 derrotas a lo largo de 23 horas.

Como en todas las disciplinas, tomada con moderación puede ser una fuente que nos permita mejorar nuestro nivel de ajedrez, o traernos serios problemas de salud.

En 1930, las exhibiciones a la ciega fueron prohibidas en la antigua URSS ya que podían dañar seriamente la salud, y el patriarca del ajedrez ruso Mikhail Botvinnik aviso de los peligros de su práctica.

De hecho, estas exhibiciones con esta capacidad de concentración a la largo de tantas horas, son una proeza extrema de fuerza mental, comparable a los ultramaratonianos, o a los triatletas extremos. Y sólo puede hacerse con supervisión psicológica adecuada y un entrenamiento dedicado.

En el mundo de la Psicología esta modalidad de juego ha sido muy estudiada, desde el estudio inicial de Binet de 1893 pasando por los estudios del GM y psicoanalista Reuben Fine en 1965, culminando con una serie de artículos científicos en los 80s describiendo experimentos en la psicología del ajedrez a la ciega.

En general, esta investigaciones muestran que es crucial para el éxito en el ajedrez a la ciega tanto las capacidades ajedrecísticas del jugador como su habilidad para visualizar posiciones con su mente.

En los tiempos modernos, hay un torneo del más alto nivel que se desarrolla en Montecarlo patrocinado por el millonario y campeón del mundo de ajedrez por correspondencia Joop van Oosterom, que atrae a muchos jugadores de la élite a competir en condiciones únicas.

De los modernos jugadores de la élite, Vladimir Kramnik, Viswanathan Anand, Alexei Shirov y Alexander Morozevich han sido los mejores especialistas en la modalidad a la ciega repartiendose las victorias en Melody Amber entre 1996 y 2006.


En otra entrega hablaremos sobre como desarrollar esa visión mental del tablero, sin que resulte perjudicial para la salud.

Hasta la próxima entrega.

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